Como en la pelicula Poltergeist, ya están aquí. Dan casi el mismo miedo, se bajan de la furgoneta diciendo, vamos a quemar Kuala Lumpur!
Al final sólo un poco chamuscadito pero con mucha más energia de la esperaba. Yo ya habia descansado un día asi que estaba preparado para lo peor.
Tras un momento para ir a las habitaciones nos encaminamos a ver las famosas torres Petronas, es un poco pronto aún, ya que no ha anochecido, pero tenemos un paseito por delante hasta llegar a su base, atravesamos el centro comercial Pavillion para disfrutar un ratito del aire acondicionado, no es que haga mucho calor pero se agradece, y tras unos minutos ya estamos en el paque tras las torres, esta muy cuidado y hay mucha gente esperando para ver el espectaculo de luz y agua que hacen en su lago. Tras unos minutos a la espectativa pensando que pasara algo interesante decidimos que no merece mucho mas tiempo, y como estamos seguros de nuestra gran fuerza de voluntad, volvemos a usar el truco de cruzar por el centro comercial, mirada al frente y nada de Gucci, ni Hermes ni esas cosas, hemos decidido no caer en tentaciones. Ya estamos al otro lado indemnes,… foto de rigor y vuelta hacia la zona de bares y restaurantes de cerca de nuestro hotel.
Ya pesan las horas de vuelo y necesitamos tomar una cerveza y cenar algo. Seleccionamos un restaurante vietnamita, no está mal, no es muy barato, no tiene aire acondicionado… Y entonces por que nos hemos quedado aqui? pues que se yo, será porque se había puesto en el camino, será por los farolitos del techo…
Simplemente hemos cenado después de un pequeño lio con los platos que habiamos seleccionado y sin pena ni gloria al hotel a descansar que mañana quemaremos Kuala Lumpur.