Hoy ha amanecido lluvioso en Bilbao, salgo un día antes que el grupo para poder volar con Turkish que será mi compañia de regreso desde Hanoi. Mañana por la mañana saldra el resto desde Madrid con Qatar. El vuelo ha sido bastante bueno, tres horas y media y ya estoyh en Estambul. Como siempre un caos, muchisima gente por todas partes, no hay sitio para sentarse si no alejas considerablemente de la zona de tiendas. Como ya tenemosexperiencia en estas lides me encamino directamente al Lounge de Prime Class. Es una sala vip que no hace falta ir en Bussines ni tener una tarjeta de esas que la mayoría de nosotros solo hemos visto en las revistas de los aviones. Con 59 euros se resuelve, tienes dos entradas incluidas y como dura un año, si vuelves con 12 euros lo tienes hecho. Hay comida, bebida, sillones, enchufes, duchas… incluso bebidas alcoholicas sin limite, un lujo. Aquí me quedo hasta la madrugada de mañana asi que….. a descansar. Tras un vuelo relativamente corto a la llegada a Kuala Lumpur… Sorpresa, casi dos horas de cola en el control de pasaportes. Si ya se, aquí el tiempo no es lo mismo… la prisa mata, estas de vacaciones pero, dos horas!
Estoy ya cansado y con ganas de llegar al hotel, así que el tren a la estación central y monorail al hotel tendrán que esperar a otra vez, como no tengo el cuerpo para regatear con los taxistas, me encaminó a contratar un taxi prepago a airpot limusinas para el traslado, y tras pagar aproximadamente 17 euros, un taxista de lo más desaborio me lleva hacia mi hotel regateando a todos los coches como Ronaldiño. Le hubiera dicho algo pero no quería restarle atención a la conducción. Contra todo pronóstico en 45 minutos llegamos sin ningun percance y ya estoy en el Kuala Lumpur Journal Hotel. Esta bastante bien situado en Bukit Bitang el barrio comercial por excelencia. A pocos metros está la parada del monorail, tiene piscina y cruzando la calle hay un centro comercial con un restaurante chino que quita el sentido. No es que esto último haya sido determinante pero siempre ayuda.
Sólo queda dar una vuelta y esperar al resto del grupo que llegará en pocas horas.