Estos dos últimos días han sido de tránsito, por supuesto por bellas carreteras, siempre entre cañones, montañas, junto a rios, pero en definitiva carretera. Hemos ido de Tash Rabat a Toktogul pasando noche en Kyzil oi.
Salimos de nuestra guesthouse por la mañana temprano, aún no ha subido mucho el sol, hace frío, pero tenemos un largo camino y no podemos despistarnos. Nos despedimos de la familia que tan amablemente nos dio comida y alojamiento en este paraje tan alejado de todo. No nos duele la cabeza ni nada, está claro que el vodka no era de garrafón.
Ya en carretera nos contamos con una gran manada de caballos dirigidos por un apuesto jinete que le ofrece su caballo a Unai a cambio de un cigarro. Tras unas pocas dudas finalmente Unai se anima y da una vuelta comprobando que no son tan fáciles de manejar las monturas de esta gente como parece. No son muy grandes pero tercos si parecen bastante.
Seguimos carretera, se acaba el asfalto, aún nos quedan varias horas y el camino ha empeorado ostensiblemente, finalmente a una hora de llegar a nuestro destino, ya anocheciendo, se pone a llover. La carretera de tierra se pone un poco resbaladiza y le tenemos que decir a Nutri que tampoco tenemos tanta prisa. El cañon es impresionante, es el primero que vemos a baja altitud y los árboles ya no son abetos sino olmos. En realidad no lo disfrutamos, sólo queremos llegar.
Llegamos sin contratiempo a nuestra guesthouse, llueve un poco y como no, el perro de nuestra anfitriona nos saluda saltando encima y pringándonos de barro, ya nos da igual, estamos en casa. Encienden la estufa que hace bastante frío en la casa, cena, y a descansar.
Al levantarnos sigue lloviendo, nos quedan dos horas fuera de pista, así que debemos tomárnoslo con tranquilidad, sabemos que tras este trayecto tomamos la carretera Biskhek Osh y seguro que está al menos asfaltada.
Efectivamente, está asfaltada pero lo que a baja altitud era lluvia, aquí a 3000 metros es nieve. Está todo cubierto y hay un tráfico de camiones bastante elevado. De todas maneras el paisaje es precioso.
Tras unas pocas horas de coche ya llegamos a Toktogul. La abuela de Nutri vive aquí y se lo conoce al dedillo. Vamos a dar una vuelta por el mercado, mucha fruta, verdura, pan, ropa, calzado, todo lo necesario para surtir a las aldeas de la zona. Comemos en un restaurante local, todo buenísimo, dumpis, noodles, lo normal.
Para bajar un poco la comida vamos a dar un paseo por el parque de la ciudad, está bastante deteriorado, se nota que en otro tiempo fue un orgullo para Toktogul.
Vamos hasta el estadio, también venido a menos con su monumento conmemorativo de las olimpiadas de 1980. Las famosas olimpiadas del boicot.
Y del estadio, al lago, es enorme también, el tercero más grande de Kyrgizstán. Grabamos un poco con el dron, el lago está desierto, no están explotados en absoluto, ni un bote, nada.
Bueno debemos volver a el albergue, hay que cenar y mañana seguir carretera a Osh