Hoy no hemos madrugado mucho, esperando que la vida en Little India y Chinatow comenzara. Hemos desayunado como si hubiera comenzado el apocalipsis zombie tan anunciado, tortitas con platano y miel, tortilla de todo, queso, champiñones, alguna cosa verde que no era pìmiento, café, zumo, yogurt, y tras un considerable esfuerzo a las 10:30 nos hemos puesto en movimiento. Tomamos el monorail de Bukiot Bitang que por 20 centimos de euro nos lleva al barrio indio. Bajamos las escaleras de la salida y como no, unas gotitas primero, otras después y luego todas sus amigas a la vez. El diluvio! Bueno no es un gran problema. Hay cientos de tiendas, algunas tendrán paragua. Efectivamente, en la primera tienda se despliegan las mas expertas en las rebajas y acaparando todo el expositor se adueñan de todos los paraguas asequibles a aquellos menos preparados que Perurena. Todos no, queda uno de los pitufos, con un poco de corte pregunto el precio decidido a pensar que en Malasia a los pitufos no los conoce ni Dios. Lo siento es un muestrario. No está en venta. Increible. Resultado final, Esther, Ana, Patxi y yo mojándonos. 50 metros más adelante otra tienda. Lo que es fijarse y aplicar lo aprendido. Dos minutos después todos tenían su paraguas. Bueno por lo menos me dejaron uno plateado que por supuesto era el más caro. Un alma caritativa me comento que por lo menos también valía para el sol ya que era plateado. Gracias de corazón. Al contrario de lo que pasa siempre, tras abrir el paraguas siguio lloviendo a mares, asi que tras la visita de rigor a la plaza Mendeka nos fuimos al mercado central que está cubierto, y luego la famosa calle de las copias Jalan Petaling, unos bolsos y relojes después, al Reggar Bar a refrescarnos y comer. Uno de mis bares preferidos en Kuala Lumpur. Después de comer tarde cultureta, templo taoista, templo induista y al templo de nuestro hotel, la piscina, bañito rápido y shopping ya en centros comerciales de marcas originales.. es decir poca compra. Algunos habían decidido que una mochila les había dado pena y no la podían dejar colgada en el puestucho en el que estaba, así que fueron a salvarla.
Total cena en la abarrotada Jalan Alor y a la cama. Mañana a las cinco salimos. Que dolor…..