Nuestro nuevo destino Karakol. No está demasiado lejos, al otro lado del lago, pero hay que tener en cuenta que es un gran lago, casi como un mar, son 170km de largo por 70 de ancho.
Salimos no muy pronto, no tenemos demasiado camino, así que decidimos parar en unos baños termales. Lo primero que nos sorprende es que dice que son minerales, y a la pregunta de qué minerales, nos contesta «Rodio», cómo Rodio, pero eso no es malísimo, cancerígeno y no se cuantas cosas más?, contestación del experto, como el arsénico pero en poca cantidad es beneficioso. Ah, pues vale, pues nos metemos.
Hay tres piscinas, una a 40 grados, nos metemos, caliente pero aceptable, la otra a 49 grados, no sabes si te quemas del todo o solo un poco tostado, cinco minutos y la tercera a 15 grados. Hay que tener cuidado con el rodio y nos la saltamos, no sea….
Tras el baño bastante tonificante, nos acercamos a la playa, nos entretenemos viendo como sacan un barquito del agua con un Lada, haciendo concurso de cual de los dos, el barco o el coche está más potroso, tras varios intentos lo consiguen y se acaba la diversión, así que de nuevo a la furgoneta para llegar a Karakol.
A la llegada el hotel nos sorprende, nuevo y limpio hasta decir basta, hay que descalzarse a la entrada como en Japón, y todo es madera. Nos encanta.
Visita de rigor a la ciudad, Catedral Ortodoxa toda de madera, bastante interesante y Mezquita de estilo Chino, aunque bastante rara, nunca había visto nada igual, no es imprescindible.
De allí a las montañas cercanas, de nuevo nos impresionan, en el inicio cañones de tierra roja, una montaña llamada «Corazón Partido» nos parece espectacular, seguimos ascendiendo y ya hace presencia la nieve, pero es una maravilla, totalmente salvaje, solo el camino denota presencia humana, fotos y mas fotos, videos, dron, vamos de todo, no nos podemos resistir.
Este país nos encanta, hay montañas por todas partes cada cual más espectacular, pastores a caballo por las carreteras, todo muy auténtico y sin prisas.
Mañana nos toca pasar noche en el campamento de yurtas, a ver como se nos da. Nos tiene un poco asustados el frío que puede hacer, sobre todo por las noches que baja la temperatura drásticamente. Hasta ahora nos ha pillado a cubierto pero mañana no sabemos que nos vamos a encontrar. Bueno, ya os contaremos…