Esto se acaba. Ya hemos dejado las montañas y nos dirigimos a la famosa Bahia de Ha Long, pasaremos dos días en este paraíso natural, y ya, de vuelta a Hanoi y a casa.
La carretera poco tiene que ofrecer, interminables pueblos, muchísimo tráfico, nos sorprende algún semáforo, no por que existan, sino por que lo respetan, y tras unas pocas horas ya estamos esperando el ferry que nos llevará a la isla de Cat Ba, para luego tomar el barco para pasar la noche. A nuestra llegada a Cat Ba cruzamos la isla para embarcar. SORPRESA, no está, ha partido ya, asi que un bote nos llevará hasta donde esta, ya entre las rocas de la bahía.
Tras media hora de un viaje muy interesante entre las casas de pescadoras y las formaciones rocosas tan increíbles que todos en algún momento hemos visto en la tele, llegamos al barco. Ya sé que no somos los más habilidosos del mundo, pero subir con bolsas cámara, botas cascos, pantalones de moto etc, se hace complicado, finalmente después de crear una gran expectación en el barco, alucinando a todos los otros turistas, subimos a nuestra nueva casa por 24 horas. Y SI, turistas, un montón, de repente echo de menos el ser el único de razona, y por si fuera poco norteamericanos de Nueva York, la mejor ciudad del mundo según sus palabras…
Bueno, poco más, canoa, un atardecer increíble, cena, desayuno, canoa de nuevo y de regreso a tierra a tomar las motos y tras otra noche más en la isla fin de la aventura.
Mirando hacia atrás, hemos pasado algún momento un poco complicado, pero ha sido una experiencia fantástica, deberemos repetirla en otro país, con otras gentes, que seguro son tan maravillosas y amables como las que nos hemos encontrado en Vietnam.