Madagascar, un eden en el Indico que nos hará disfrutar de sus playas, su cultura, sus parques naturales y sus especias.
Solo pronunciar su nombre ya evoca exotismo y naturaleza, bosques tropicales, baobabs, animales de ojos saltones y playas turquesa.
La considerada cuarta isla más grande el mundo, y a solo 400 km de Mozanbique, es la más grande del continente africano pero muy diferente en términos biológicos y étnicos del continente.
La multiculturalidad es patente, los primeros moradores procedentes del archipiélago indonesio, que posteriormente se fueron mezclando con árabes, persas, bantúes y finalmente indios y chinos, conforman una población con diversas etnias que se refleja igualmente en sus costumbres y gastronomía.
La lista de actividades imprescindibles para conocer este país es larga. El bosque de pináculos de Bamaraha, la avenida de los Baobabs, el parque Nacional de Masoala, Antananarivo, su capital, las playas de Sinte Marie y por supuesto la fiesta funeraria Famadihana, donde se exhuma a los muertos para cambiarles las mortajas contándoles los acontecimientos más recientes. Práctica que nos recuerda mucho a la realizada en la isla Indonesia de Sulawesy por los Torajas.
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