Borneo
Tras recibir la petición de un viaje para una chica que viajará en solitario a Borneo el próximo Enero, me han asaltado los recuerdos de mis viajes en solitario, siempre muy planificados, que iniciaba con incertidumbre, y que finalmente en los que nunca me sentía solo, y volvía sabiendo que la buena gente es legión y que viajar sólo consigue que te sumerjas en la cultura de las gentes que visitas, observando más atentamente lo que pasa a tu alrededor.
Con el fin de ayudar a quitar los posibles temores a los que inician un viaje, voy a comenzar una serie de itinerarios realizados con anterioridad y que creo podrán servir de base para algunos de los viajeros empedernidos que hay por este mundo, que se empeñan, a pesar de que se ve por la televisión, en creer que este mundo es magnífico y no conocerlo es perder un poco de la sabiduría que podríamos obtener y que posiblemente nos dotaría de la generosidad tan necesaria en estos tiempos para tratar a nuestros congéneres, sin juzgarlos, simplemente entendiéndolos.
KUALA LUMPUR I
Tras varias horas de viaje y tras hacer una escala en París un poco accidentada, hemos llegado a Kuala Lumpur, estamos cansados, así que no nos apetece mucho empezar con la pelea de cuanto cuesta, no, es mucho… así que nos dirigimos a la cabina de taxi prepago y compramos un boleto para que nos lleven a nuestro hotel, el Tower, en la zona cercana a las Torres Petronas. El hotel es elegante y nos atienden perfectamente, aún cuando solo son las 6 de la mañana y que como en todos los hoteles del mundo la entrada no es hasta las 14:00, nos dan una de las dos habitaciones para que podamos descansar. Como somos tres y yo soy el más pardillo, a los dos minutos de entrar en la habitación me doy cuenta que mis compañeros de viaje ya están dormidos cada uno en una cama y yo…. pues a la piscina.
Tras unas horas de descanso, tomamos el monorail para ir a Little India, la verdad es que no ofrece demasiado aparte de joyerías, pero ya conseguimos tomarnos un buen lassy, rememorando nuestros tiempos por tierras de Rajasthan. Posteriormente un paseo hasta la famosa Jalan Petaling a comprar algunas falsificaciones, relojes, bolsos, pantalones,… y por supuesto una visita al cercano Reggae Caffe, que aunque es un poco curte, tiene buenas cervezas y wifi gratis.
Ya es tarde y no hemos comido, nos damos una vuelta por los puestos de comida cercanos pero no son muy apetecibles, así que nos liamos la manta a la cabeza y decidimos ir al Bijan, según todas las guías el mejor restaurante de platos malayos de la capital.
Debo decir que es un restaurante elegante y el servicio es excelente, los precios altos también, pero no nos pusimos a llorar al traernos la cuenta, pero respeto a lo más importante, la comida, sinceramente no me gustó mucho, la presentación perfecta pero al hincarles el diente sus sabores eran fuertes y en algunos casos un poco desagradables. Quizás mi paladar no esté acostumbrado a la cocina tradicional malaya y no quiero quitarle mérito al restaurante muy bien valorado por todos, pero veinte metros más abajo hay un restaurante italiano y cien metros más abajo uno con un menú fantástico y poco más allá un español de tapas y poco más adelante un grupo de restaurantes malayos en los que se puede comer púlpitos, tortuga, sapos…. Vamos, que teniendo tanto donde elegir, creo que sólo es recomendable para los que tengan un gran interés en comer la comida Malaya tradicional, les guste experimentar y no les importe pagar por ello.
Tras la merienda cena, un par de cervezas en los bares cercanos llenitos de extranjeros ya un poco beodos y a la cama, que uno de los tres está aún sin dormir.
KUALA LUMPUR II
Hoy es nuestro segundo día en KKLL, mañana nos vamos a Kuching en Borneo, así que debemos madrugar para visitar todo lo más importante de la ciudad. Nuestro hotel tiene dos restaurantes uno normal y otro para ejecutivos en la ultima planta, con prensa y televisiones todo el rato con informativos. Como no podíamos ser menos, nos vamos al de ejecutivos, al llegar una señorita muy amable nos dice que con sandalias no se puede pasar al comedor, pero si son buenas! no unas chanclas de esas, son sandalias de Franciscano, pues nada que si queremos en el otro comedor nos aceptarían con nuestras sandalias de marca. Alfredo decide que el vuelve y se cambia, estaría bueno! finalmente desayunamos bastante bien, aunque tampoco fué para tanto.
Lo primero la visita a las Torres Petronas, hay que madrugar para poder acceder al mirador, al llegar hay una cola impresionante, bueno otra vez será, hay otra torre con un restaurante, no será tan espectacular pero… no estamos dispuestos a perder toda la mañana en la cola. Nos vamos, tomamos el monorail que funciona de maravilla y vamos a la plaza Merdeka, es una plaza que parece diseñada para hacer grandes manifestaciones, una gran bandera y el edifico del Sultán Abdul Samad.
En las cercanías visitamos la mezquita del viernes Masjid Jamek.
Es interesante, tiene un estilo Mogol interesante, no es majestuosa pero sí desprende cercanía y tranquilidad contrastando con el caos del tráfico del cercano barrio chino. Para poder entrar nos ponen una bata azul para cubrir nuestras magníficas piernas, no nos podemos abstener de sacarnos una foto vestidos de Harry Potter.
Pasamos por el mercado central y en el primer piso dejamos que unos voraces pececillos nos coman dicen que las células muertas de los pies, personalmente creo que se llevaron algo más, aseguraría que ahora me quedan más grandes las botas, bueno, todo sea porque no pasen hambre.
Nos vamos a los jardines del lago para visitar el Museo de Arte Islámico. Cual es nuestra sorpresa al llegar que vemos que hay multitud de puestos de comida que presentan las delicias culinarias de las diferentes regiones de Malasia. Es un concurso y nos asaltan para que probemos de todos los puestos. Tras la experiencia del día anterior nos acercamos con cautela y vamos probando poco a poco, todo está buenísimo, es fantástico, a veces no sabemos que comemos y no podemos hacernos entender, pero nada que ver con lo que esperabamos, la experiencia gastronómica fue astronómica. Un grupo de mujeres amenizaba la comida con música tradicional y finalmente llegó el momento esperado de la entrega de premios y, sorpresa, varios de nuestros preferidos fueron los agraciados. Los premios eran algo menos que discretos, en la escala de valla regalazo! un 2,5, una caja de galletas, una botella de licor y flores de papel, pero el orgullo que se les notaba en los ojos a los ganadores nos decía que el premio era defender a su región y la comida de sus abuelas.
Con tanto lio se nos ha olvidado el Museo, nos acercamos,… Está ya cerrado. Pero como podemos ser así, nos tira más el papeo que los museos. Bueno, otra vez será.
Nos toca volver a visitar las Torres ya anocheciendo, mañana ya salimos para Borneo y es nuestra única oportunidad.
KUCHING
Tras un vuelo corto ya estamos en Kuching. Es una población (no le quiero llamar ciudad, es tan acogedora y pequeña) muy agradable, tiene un paseo junto al río magnífico, aunque desde el momento que nos acercamos notamos que ordas de mosquitos sedientos se acercan a nosotros, el Relec parece insuficiente, así que nos embadurnamos bien de la artillería pesada y parece que empiezan a desistir. El hotel elegido para esta noche es el Batik, un hotel boutique, tan de diseño que se hacen fotos los novios en los pisos, bueno, está limpio y el personal es amabilísimo, no es de los más baratos pero merece la pena. Tiene un par de detalles dignos de mencionar, hay una bañera de hidro-masaje en el bar (que nunca vimos usar) y el comedor para el desayuno es un restaurante japonés. Aparte de esto, perfecto, está muy bien situado y nos viene genial porque hoy nos vamos a dedicar el día a pasear por Kuching. Nos damos un paseo por su mercado, es un mercado popular, con pocas chorradas para los turistas pero con una fruta dulce y un café que huele desde lejos. No podemos resistirnos a comprar 1kg sin pensar que tendremos que cargar con el durante todo el viaje. También nos ofrecen unos gusanos blancos para comer, pero no surte el mismo efecto así que nos alejamos sin pensarlo mucho, que ya nos aprieta el hambre y nunca se sabe. Intentamos ir a comer al Bla-Bla-Bla, un restaurante fantástico pero está cerrado hasta la noche, así que ya no sabemos donde ir. Paseamos por la rivera del río y adentrándonos en la zona del barrio chino, lleno de tiendas de especias, descubrimos un restaurante Mongol, comemos como generales y a un precio bastante bajo, nos empieza a gustar esta ciudad….
Por la noche tenemos planificado comer en la zona de puestos comunes que está encima de un aparcamiento. Hay que subir varios pisos hasta llegar a la azotea, en una entre-planta vemos un bar que nos llama, pero nos resistimos…. seguimos subiendo y alucinante, en la terraza del garaje hay más de 20 puestos de pescado, como en Japón, el pescado es tan fresco que no huele nada, nos paseamos por los puestos, nos guiamos por el pescado y las verduras en exposición y seleccionamos finalmente el puesto 4, que tiene unos carabineros y langostas de quitar el hipo. Por ser un poco discretos pedimos un plato de verduras salteadas que nosotros mismos elegimos, seleccionamos los carabineros, la langosta y tras un pequeño debate entre pescado de rio o de mar (ni idea de los nombres), gana la razón (ósea yo) y pedimos uno de mar parecido a una Hurta. Todo a la plancha. Pedimos el vino y…. las bebidas en otro puesto, conseguimos una botella de vino blanco frío que tiene un pase, y nos traen todo lo que hemos seleccionado a una mesa redonda enorme. Todo increíble, buenísimo, quizás una de las langostas con un poco demasiado ajo, sí, lo pedí yo, pero no tanto.
Tras una cena opípara, a tomar una cerveza en La Cottage, un pub cercano con música en directo. Cantamos, bailamos o algo parecido, que los que tenemos dos pies izquierdos nos cuesta más, y ya un poco tarde, al hotel, que mañana nos vamos a Bako. Estamos un poco nerviosos, sobre todo por el paseo por la jungla por la noche pero como ya está pagado…
LONGHOUSE IBAN
Hoy hace un día magnífico, nos levantamos pronto porque tenemos varias horas de carretera hasta llegar al pantano donde tomaremos el bote para llegar a la Longhouse. No sabemos que nos espera, estamos a la vez nerviosos e ilusionados. Paramos por el camino para llevar alguna cosa de regalo para la comunidad que nos acoge, sobre todo café, unos ponchos por si llueve y unos tapones para los oídos, ya que a la noche el ruido es ensordecedor. No hay para todos y es la última tienda que encontraremos en los próximos días. Quizás un poco de papel de wc haga la función.
Llegamos al pantano y tomamos el bote, es estrecho y largo con asientos rudimentarios y un motor con pértiga que facilita moverse por las zonas poco profundas. Nuestro guía Baya es de esa longhouse por lo que conoce perfectamente el trayecto y por supuestos a nuestro capitán del bote y su grumete. Unos personajes, no nos entendemos prácticamente nada, pero consiguen tirarle los tejos a la única chica del grupo con una profesionalidad increíble.
BAKO I
Pues ya ha pasado otra día más y nos tenemos que ir de Bako. La noche ha sido mejor de lo que esperábamos, ha refrescado y hemos dormido bastante bien. El paseo nocturno fue algo fantástico, vimos un poco de todo y nos ayudó a quitarle un poco el miedo a la selva. Desayunamos, un poco accidentado por una pelea con un mono que quería quitarme una magdalena, tras un poco de batalla, gano él, después de hacer la mochila, paseo por la playa y de regreso a Kuching. Mañana vamos a visitar a los Iban, estamos muy animados, así que a la noche cenaremos de nuevo en el Bla Bla Bla y luego a tomar una copa a Le Cotage.