Salimos como siempre temprano por la mañana. Nos encontramos de nuevo con el grupo de Discovery Chanel que harán un itinerario parecido al nuestro. Son varias motos y un coche de apoyo, insisten en que tomemos con ellos unos red bull, lo que nos faltaba, como aquí los cafés son flojos… Hoy nos encaminamos hacia Bao Lac. La ruta promete, nos cuentan que es una de las más impresionantes de todo Vietnam, el paso Ma Pi Leng, es famoso por sus montañas calcáreas, y por supuesto por sus curvas y caídas verticales. Empezamos el camino y nos sorprende el buen estado de la carretera y que parece despejado, poco a poco tanto las nubes se vuelven grises como el asfalto empieza a tener algún que otro bache, no es mucho teniendo en cuenta lo que ya hemos visto pero…
Todos paramos en el mirador, nos sorprenden un par de chavalitas jóvenes en unos scooters ruinosos, llevan mini shorts y camisetas de tirantes, pero alguien les ha dicho que la carretera es peligrosa así que se han colocado unas espinilleras y unas coderas como de patinar, para por si acaso. Dan ganas de decirles que si se caen no va a ser ese su peor problema pero quienes como nosotros para meternos en la vida de nadie y menos dar lecciones de seguridad vial.
Seguimos nuestro camino, es una carretera increíble, empinadas colinas emergen en todas partes, horadadas por cuevas que son utilizadas para guardar, grano, ganado o lo que sea. Se ve la fragilidad de la roca y que en cualquier momento se pueden desprender. Queda claro que cuando empieza a llover, no es buena idea quedarse debajo así que toca seguir el camino.
Llegamos pronto a nuestro destino, es un pueblo marcado por un puente y una zona para el mercado, el resto son casas a ambos lados de la carretera, como muchos de los que nos hemos encontrado por el camino. Llegamos al Hotel, no hay nadie, Si, no hay nadie esta abierto, están las llaves, pero no hay nadie en el edificio, llamamos y llamamos, en el ascensor hay muchas llaves en el suelo bolsas con sabanas sucias. Desde fuera del hotel una señora que regenta un puesto de bebidas nos indica con un gesto que es la hora de comer y nos señala una casa. Lo entendemos a la primera, el recepcionista está comiendo en su casa y el hotel está vacío así que lo que nos queda es intentar comer nosotros. Todo cerrado, si de nuevo la hora de la siesta, es increíble, todo se cierra hasta la tarde, bueno no, no se cierra, no se atiende, está abierto pero o no hay nadie o si están no curran.
Encontramos un puesto abierto, dos cerveza, agua y unos choco bims. La comida de los campeones. Al rato aparece un muchacho joven que HABLA UN POCO DE INGLES! estamos salvados, nos da la llave de la habitación, nos dice que estaba reunido con su jefe… JA! si se ha chivado la señora del puesto… Hacemos como que le creemos y que esperamos que la reunión haya ido bien. La habitación bien, aire acondicionado, y vistas al río.
Nos comunica que mañana es día de mercado, vienen de las aldeas a vender sus productos y a comprar lo necesario. Deberemos salir pronto porque la carretera se cierra con toda la gente que viene y los puestos ambulantes. Que novedad! madrugar otro día.