Amanece, las seis y media de la mañana y ya levantados, esta nublado pero podemos apreciar lo que nos perdimos anoche, un lago tranquilo, con zonas de cultivo y varios pescadores ya a estas horas, haciendo padel surf, o por lo menos eso parece desde aqui. Las vitsas son magníficas, desayunamos disfrutando del paisaje y tristes por no haber podida dar un paseo en canoa, pero debemos continuar. No queda otro remedio, nos esperan unas cascadas que parecen increibles en las fotos que hemos visto, y no podemos volver a llegar de noche otra vez.
Los que me conoceis, ya sabeis que soy un poco histerico con los horarios y si estoy preocupado, soy una mezcla de shreck y la reina de los Lanister de Desembarco del Rey en Juego de Tronos.
Salimos pronto, tenemos 240km por delante y solemos hacer una media de 30 ó 35km hora, no sabemos que nos vamos a encontrar. Tras unos pocos kilometros regulares nos encontramos en una carretera sorprendentemente buena, lo mejor que hemos encontrado, rapidamente nos acercamos a nuestro destino, pasamos por campos de arroz entre montañas, como siempre bellísimos pero no soy capaz de disfrutarlos, pensando en que estará detrás de la próxima recodo.
Paramos a tomar algo, gasolina, y de nuevo a conducir. Las carreteras asfaltadas quieren decir que tambien hay camiones y autobuses, pero no pasa nada, mientras avanzamos kilometros estamos satisfechos. Finalmente llegamos poco más tarde de la hora de comer. La habitación bien, pero a una buena tirada del restaurante, no estamos para escaleras y caminatas con las bolsas, pero una ducha rápida es imprescindible, asi que no nos quejamos, cojemos los bartulos y nos vamos a nuestro garito.
Nos preguntamos donde están las cascadas, un poco más adelante vemos alguna casa, pero Tatín las detecta justo junto al hotel. Como no las hemos visto cuando hemos llegado?.
No podemos esperar, un paseito, una taquilla que nos dicen que pasemos que no se paga, y para que está ahí? es el día del espectador?, mejor, pasamos por algún puestito de recuerdos todos cutrísimos y ahí están, preciosas, el agua llega hasta nosotros, hay algún vietnamita de visita, quizás sean chinos, no podemos distinguirlos, pero ningún occidental. Como puede ser que no esté lleno de restaurantes, tiendas y autobuses de turistas? es increible, casi para nosotros solos.
Vemos varios trabajadores por los arrozales y tenemos una aparición, una chica, como salida para la foto en una de las cascadas laterales, es dificil verla bien entre la bruma de las cascadas pero no podemos resistirnos a fotografiarla.
El día no puede dar más de si. Ya solo nos queda volver al hotel, cenar y recordar lo increible de los lugares que hemos visitado hoy, Ba Be, el lago entre las montañas y Ban Gioc, las cascadas que separan la frontera entre Vietnam y China.
1 Comment
Oye esto esta super genial, no habia visto jamas estos lugares que describes en este blog.
Como asegurador full time me cuesta viajar, pero aspiro visitar lugares com estos en algun momento de mi vida.
Dickson Paez – Seguros de motos clásicas